Maria
de los A. Pérez
- Presentación del curso
- Creatividad en el matrimonio
- Prudencia en el matrimonio
- Pasión en el matrimonio
- Romanticismo en el matrimonio
- Ternura en el matrimonio
- Amistad en el matrimonio
- Compasión en el matrimonio
- Amor propio en el matrimonio
Presentación del curso
Matrimonio. Consejos para la felicidad, recuerda
algunas de las características fundamentales para un matrimonio feliz y con
éxito: creatividad, prudencia, pasión, romanticismo, ternura, amistad,
compasión y amor propio.
Este curso es una continuación del curso Matrimonio. Cómo ser feliz en el
que se ofrecían las características que deben presentar los matrimonios, para
poder experimentar la felicidad; tales como libertad, amor, humildad,
compresión, paz, perdón, y el buen humor.
Capítulo
1:
Creatividad en el matrimonio
La
creatividad, juega un papel primordial en toda la vida de los seres humano, ya
que crear implica encontrar soluciones a los problemas existentes, inventar
ideas nuevas, e incluso desarrollo personal.
Cuando usamos la creatividad en nuestro matrimonio, esto nos
permitirá también alcanzar estas tres características importantes.
Ser creativo puede ser un factor a favor de nuestro matrimonio, en
muchas facetas de nuestra vida cotidiana, y hay infinidad de situaciones, que
se nos presentaran y que ameritarán que seamos creativos.
Ejemplos:
- Hablar con tu pareja acerca de un error
que esta cometiendo constantemente, y no queremos hacerle sentir mal, con
nuestro comentarios,
- Hacer un paseo, o una actividad familiar que
sea estupenda para la familia, pero que requiera de bajos gastos.
- Incrementar el ingreso económico en casa,
- Educar a los hijos, sin volverse rutinario,
- Hacer que su pareja cumpla con su
función, sin esforzarlo, pero consiguiendo el rendimiento esperado.
- Preparar alimentos en casa de manera balanceada
y variadas,
- Inventar momentos especiales, para salir de la
rutina y la cotidianidad,
- Tener tiempo para las amistades, para la
familia, para el trabajo, para actividades personales, pero sin dejar a un lado
el tiempo de la pareja.
- Crear un hogar confortable, cómodo, bonito, y
que se convierta en un nido de amor. Como podemos apreciar, la
creatividad, es muy importante para la vida diaria de la pareja, y puede
aplicarse a muchísimos aspectos de la vida familiar.
Capítulo
2:
Prudencia en el matrimonio
La Prudencia, es una de las mejores herramientas, para alcanzar el éxito, y
evitar malos entendidos, y/o problemas de cualquier índole.
La mayoría de los problemas matrimoniales, son causados por
la falta de prudencia, por las palabras que no se debieron decir, por las
decisiones que no se debieron tomar, y por las acciones que no se debieron
haber hecho.
- Ser prudente, implica mantenerse callado aun
cuando queremos decir muchas cosas, pero que en el fondo sabemos que si
hablamos empeoramos las cosas.
- Ser prudente, es
saber esperar un tiempo determinado, para poder ver resultados a nuestros
esfuerzos, sin querer cambiarlo todo de la noche a la mañana.
- Ser prudente, es saber corregir las faltas del otro,
sin hacerle daño verbal, emocional o físico.
- Ser prudente, es estar preparado para
cualquier momento imprevisto que sea desfavorable, y saber resolverlo a tiempo.
- Ser prudente, es saber corregir a tiempo, las cosas
que no pueden esperarse para resolverse después.
- Ser prudente, implica, ser cuidadoso con las
intimidades de la pareja, y no compartirlas con terceros.
- Ser prudente, es cuidar la imagen de su
pareja, sin hacer que otros arruinen su imagen, por ser nosotros quienes
confesamos errores, secretos, de nuestro cónyuges.
- Ser prudente, es cuidarse de ofender, e
irrespetar a la pareja.
- Ser prudente, es evitar culpabilizar a u
pareja, de cosas que no estas seguro de que tengas la razón en ello.
Necesitamos aprender a ser prudentes, en todas las áreas de
nuestras vidas, y en la vida de pareja este aprendizaje, resulta en
gratificantes resultados, porque se evitarían discusiones inútiles, atropellos
contra nuestro cónyuge, asuntos sin resolver por tomar decisiones equivocadas,
etc.
Capítulo
3:
Pasión en el matrimonio
La
pasión en el matrimonio, generalmente la confundimos con el deseo sexual, pero
podemos alcanzar mayor grado de comprensión en cuanto a la profundidad del
significado de esta palabra, porque debemos comprender que podemos sentir
pasión, en muchas áreas de nuestras vidas; ejemplos: pasión por los niños,
pasión por nuestro trabajo, pasión por nuestra carrera, etc.
Podemos, desarrollar esa característica también en nuestro
matrimonio, y aprender a sentir pasión por estar con nuestra pareja, por hacer
cosas juntos, por sacar momentos a solas, por querer compartir nuestros sueños,
triunfos, derrotas, alegrías y tristeza con nuestro cónyuge.
Debemos aprender a enamorarnos de nuestra pareja a diario, y
esto no implica solamente esperar que tu pareja haga algo que te enamore, sino
que tu también puedas frecuentemente darle muestras de afecto, de agrado, de
atracción, de amor, de pasión.
Muchas veces, asociábamos la pasión, con la sensualidad, y el
erotismo, y aunque a veces la pasión es una mezcla de las dos, esta mezcla,
también necesita amor, amistad, confianza en la pareja, para poder, sentirse
libre de estar entre sus brazos.
Debemos tener pasión para besarlo, relacionarnos sexualmente, pero
también necesitamos pasión para atenderlos en sus necesidades básicas, pasión
para escucharlos, pasión para disfrutar de cada instante que se pasa junto,
aunque no se haga ninguna actividad fuera de lo común, seguir sintiendo la
llama del amor avivada, y poder experimentar que cada momento es único, es
especial, y es apasionado.
Volverse un apasionado Solamente depende de que la persona quiere
hacerlo, ser apasionado es una decisión, que no depende de lo que se ve para
sentir, sino de lo que uno desea sentir para poder ver lo que se
anhela. Es decir, si usted desea que su pareja sienta pasión, usted
experiméntelo primero, no espere que los demás alimenten su pasión, porque
usted mismo puede decidir comenzar a ser una persona apasionada por su pareja.
Capítulo
4:
Romanticismo en el matrimonio
A
menudo, confundimos romanticismo, con una entrega de flores, de bombones, y de
peluches, o una cena romántica a la luz de las velas, pero romanticismo implica
muchas cosas más.
Podemos demostrar romanticismo, en muchas acciones; veamos algunos
ejemplos:
- Dar un regalo muy especial de vez en cuando,
- Decirle una frase especial a su pareja,
- Entregar una carta de amor, o una tarjetita de amor,
- Llevar a la pareja a un lugar para estar a
solas,
- Dedicar una canción a su pareja, (cantarla o
simplemente ponerle la canción y decirle que le dedica esa canción)
- Invitar a unos amigos y celebrar junto a ellos, el
día del aniversario de boda.
- Abrazar a la pareja con cariño y decirle algo tierno.
En fin, la creatividad y el romanticismo, van de la mano, podemos
hacer cosas para nuestra pareja, que le proporcione a ella, la sensación, de
que se esta enamorado de el.
No podemos tener romanticismo con nuestra pareja, a menos que nos
sintamos enamorados, y si estamos confundidos con nuestros sentimientos al
respecto, lo ideal es revisarse, tratar de entender porque ya no se siente esa
sensación de enamoramiento, y tratar de volver a rescatarlo.
Sentirse enamorado, no es solamente ver a la persona y sentir
emoción cuando la vemos, porque muchas veces en el matrimonio, cuando ya se
tiene mucho tiempo de convivencia juntos, ya no se siente esa emoción como tal,
sino que mas bien, se siente una sensación de sentirse que esa persona es de
uno, que no sabemos como sería nuestra vida con ellos, que los amamos y que lo
que mas deseamos es pasar el resto de nuestra existencia junto a ellos.
Hay parejas, que creen que ya no están enamorados, porque no
sienten esa emoción que muchas veces sentimos cuando estamos en la
adolescencia, y en la juventud, pero esto es solo una confusión, porque cuando
estamos realmente enamorados de la persona con la que estamos casados, los
sentimientos son diferentes, porque simplemente ha madurado nuestro amor,
nuestro sentimiento, y nuestra relación en general.
Hay personas que sienten que ya no están enamoradas, y por eso, ya
no hacen nada romántico, porque creen que es cursis, y piensan que como no le
ven la gracia al romanticismo, ya no están enamorados. Pero esto es un grave
error, solamente debe aprenderse a visualizar otras maneras de demostrar afecto
que no sea las que todos hacen, esto le daría una notoria variedad y sería una
hermosa sorpresa para la pareja
Capítulo
5:
Ternura en el matrimonio
Ser tierno con alguien, a menudo lo hacemos con los niños, con los
ancianos con los adolescentes, y con algunos familiares que amamos mucho, pero
a veces no internalizamos bien la idea, de que también debemos ser tiernos con
nuestro cónyuge, la ternura no está limitada para niños, ancianos y algunas
personas en especial, la ternura, es un sentimiento que debemos mostrárselo a
todas las personas que amamos, y en especial a nuestra pareja.
Dar muestra de ternura, es parte de la demostración de afecto,
podemos demostrar ternura de muchas maneras, veamos algunos ejemplos:
- Una mirada tierna,
- Una sonrisa con ternura,
- Tomar de la mano a la pareja y darle un beso en la
mejilla,
- Acariciar su cabello,
- Decirle que le amamos con mucha ternura,
- Decirle que es especial para nosotros, etc.
No necesitamos que las personas nos inspiren ternura, para poder
demostrarla, a veces no sentimos ternura hacia nuestra pareja porque le vemos
como un adulto que no la necesita, pero muchas veces nuestra pareja la está
necesitando, aun más de lo que nosotros podamos llegar a creer.
Capítulo
6:
Amistad en el matrimonio
La Amistad, por lo general la aplicamos, a la relación que podemos
llevar con nuestros amigos, pero desconocemos, que la amistad la podemos
alcanzar en otras relaciones afectivas, tales como amistad con los padres,
amistad con los hijos, amistad con los hermanos, y amistad con los cónyuges.
Podemos ser amigos de nuestra pareja, y esta relación solo se
construye a través del tiempo. Tener amistad en el matrimonio, es un proceso,
que debe alimentarse constantemente y a diario.
Ser amigos, es mucho mas que contar secretos, y escaparse a un
lugar a divertirse, ser amigos, representa de que tu pareja puede llegar a ser
la primera persona a quien buscarías en casos donde necesitas a un excelente
amigo:
Ejemplos:
- Cuando necesitas tomar decisiones importantes en cuanto a tu
trabajo, familia, estudios, metas.
- A quien contarle tus sueños, y esperar que te apoye
en el camino al tratar de conquistarlos.
- Que puedas manifestarle tus preocupaciones, temores, y
necesidades primordiales,
- Alguien que te escuche cuando necesitas desahogar tus
penas,
- Alguien a quien puedas pedirle un abrazo, cuando más
lo necesitas.
Es muy importante, alimentar la amistad en la pareja, cuando esta
no existe, la pareja tiende a buscar otras amistades del sexo opuesto, pero
aunque las busque como solamente amigos, es probable de que germine
confundiéndose las cosas, y termine enredándose sentimentalmente con aquella
persona.
Una ley importante, para garantizar la felicidad, es que nadie del
sexo opuesto puede ser más amigo suyo, que su propia pareja, y en caso de tener
amistades del sexo opuesto, es absolutamente necesario, que ambos miembros de
la pareja compartan amistad con esa persona, de no ser así, esta situación
traerá posiblemente, rivalidad, celos, traición, rompimiento de la pareja, o
rompimiento de la amistad.
Capítulo
7:
Compasión en el matrimonio
Cuando somos compasivos con nuestra pareja, el convivir diario se
hace más ameno, más sólido, más estable, y más sincero. Necesitamos aprender a
ser compasivos con nuestros cónyuges cuando se equivoquen, cuando no tienen las
características que deseamos de ellos, e incluso cuando hacen cosas que nos
permiten sentirnos obstinados con sus acciones, en ese momento podemos decidir
tener compasión, y aprender a corregirle sus errores sin agredirlos, ni
herirlos, ni causarle dolor de ningún tipo.
Para sentir compasión por nuestro cónyuge tenemos que estar
experimentando otros sentimientos también, tales como perdón, amor, amistad,
compañerismo, ser humilde. Si nos cuesta sentir compasión por nuestra pareja,
es posible, de que tengamos que estudiar seriamente, nuestros sentimientos hacia
esa persona, y sobretodo nuestra manera de entregarnos a las personas que nos
rodean.
Muchas veces, creemos que si no sentimos algo que deberíamos
sentir por alguien, es culpa de ese alguien, y no siempre es así, porque mas
bien, muchas veces, cuando nos cuesta sentir buenos sentimientos hacia las
personas que debemos amar, es producto de nuestros traumas infantiles, de cómo
aprendimos de nuestros padres a manifestar los sentimientos, depende de cómo
nos sentimos hacia nosotros mismos, y depende de cómo está de sano nuestro
mundo interior.
Capítulo
8:
Amor propio en el matrimonio
En este punto, debemos considerar, que cuando estamos falta de
afecto por nosotros mismos, muchas veces estamos esperando con una sed
insaciable, que otros nos amen, y hasta que no logremos amarnos a nosotros
mismos, no podremos lograr sentirnos queridos, y mucho menos podremos darle
amor, a las personas que nos rodean.
Nosotros los seres humanos, muchas veces, aprendemos a dar amor,
cuando lo hemos recibido. Pero también nos escondemos bajo la excusa de que
nadie nos dio amor, para no tener la voluntad de darle amor a otros de una
manera incondicional y sin pedir nada a cambio.
Es necesario, que aprendamos a dar amor, no importando nada, no
importando si alguien nos hirió, si nadie nos amo, o si simplemente nos
sentimos heridos por las desilusiones que hemos tenido en la vida, si realmente
queremos ser felices en nuestro matrimonio, debemos aprender a protegerlo,
primeramente amándonos a nosotros mismos, y luego amando al otro, sin pedir
nada a cambio, por su puesto que todos necesitamos “amar y ser amados” pero eso
se construye, eso no sucede de la nada.
Necesitamos aprender a amarnos realmente, y aceptarnos,
valorarnos, para que con esa autoestima alta, podamos convivir que las personas
que nos rodean, cuando no hacemos esto, vivimos en un mundo, en el cual
cualquier cosa que nos ocurra, redunda en una oportunidad para volver a
sentirnos heridos, y con un autoestima absolutamente baja.
Autor:
Maria de los A. Pérez
Maria de los A. Pérez
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